Transpiración |
El
efecto de la transpiración y la permeabilidad de los materiales
en la construcción es una condición necesaria a
la hora de obtener ambientes sanos, libres de focos de alergias
y hongos, mejorando la calidad de vida de los habitantes.
Si
comparamos los cerramientos de una vivienda con nuestra piel,
comprenderemos la necesidad de "respiración"
de los materiales que los forman.
La
estructura alveolar del conglomerado madera cemento permite la
migración del vapor de agua. Las
paredes trasversales del bloque representan alrededor del 20 %
de la superficie del muro. Esta zona de "respiración"
activa, permite la autorregulación de la humedad en el interior
de la vivienda.
|
 |
|
El CMC es un material de baja resistividad al paso del vapor, ya que en ensayo realizado según norma EN 12086 se recomienda usar μ = 2,4.
Usando estos valores para verificar el equilibrio de humedad anual o la cantidad máxima de condensación intersticial según EN ISO 13788 estamos en el lado seguro.
Los valores para la resistencia a la difusión de vapor de agua del hormigón dependiendo de la densidad y tipo de diferentes inserciones del material aislante se clasifica en la norma EN 12 524. |
El riesgo de condensaciones intersticiales en el interior del
muro son debidas a la elevada presión de vapor que se da
en puntos del muro, expuestos al exterior y por lo tanto fríos
(como es por ejemplo la cara interior del muro exterior de cerramiento),
cuando no se utilizan adecuadamente barreras de vapor o el propio
material aislante no tiene una resistividad al paso del vapor
de agua suficiente.
Este tipo de riesgos de condensación no se dan en muros ClimaBlock por permitir
una adecuada difusión del vapor de agua a través
de la estructura capilar del material y contar con un elevado aislamiento térmico.
En este sentido es aconsejable utilizar revestimientos exteriores
que no tengan una elevada resistividad al paso del vapor. |
En los países industrializados, la mayor parte de la población
se pasa el 90% de su vida dentro de edificios. Durante todo este
tiempo, su salud, su calidad de vida y su productividad se ven
directamente afectados por el ambiente que les rodea. Muchas de
las construcciones son poco saludables debido a la falta de renovación
de aire interior.
Se ha comprobado en estudios recientes que un edificio moderno,
contiene una mezcla de componentes orgánicos volátiles
(COV’s) como formaldehído, xileno, isobutildeido,
monómeros de cloruro de vinilo y otros cloruros orgánicos,
aldehídos y fenoles procedentes de muy variados productos
(madera en muebles, pinturas, barnices, moquetas, tejidos textiles,
PVC, materiales de aislamiento, adhesivos…) todos estos
compuestos son inhalados por nuestros pulmones aumentando el riesgo
de enfermedad. |
 |
 |
Asimismo, el gas radon procedente del suelo, el ozono de algunos
aparatos eléctricos, y las micro partículas existentes
en el aire también suponen un riesgo para la salud. Algunas
fuentes biológicas también degradan la calidad del
aire interior.
Existen diversos métodos para reducir la presencia o concentración
de estos elementos contaminantes:
El primer paso es el evitar materiales en la construcción
que contengan disolventes, pegamentos y plásticos. Existe
una creciente número de fabricantes de pinturas, adhesivos
y materiales ecológicos utilizados en bioconstrucción
que son buenos sustitutos de otros menos saludables. El uso de
este tipo de materiales reduce enormemente la presencia de COV’s. El segundo paso es diseñar la vivienda de modo que la ventilación de la misma elimine los VOC’s hasta los niveles del aire
exterior. Esto implica diseñar viviendas con mayores volúmenes,
una ventilación más controlada, o el uso de vegetación
interior. La vegetación además filtra el aire, lo
humidifica regulando la humedad relativa y consume CO2. |
El control del radon, requiere un forjado sanitario, y una ventilación apropiada de los sótanos. La eliminación del radon
en la construcción ha de ser seriamente considerada, puesto
que es la segunda causa que origina el cáncer. La ventilación
de las áreas de estar ayuda a controlar el radon, pero
el forjado sanitario es la solución más adecuada.
Mantener una temperatura elevada y uniforme en los muros con ligeras
oscilaciones en la humedad relativa así como el uso de
materiales transpirables, evitan la aparición de hongos, y mejoran la calidad del aire interior.
La utilización de filtros en los sistemas de ventilación
de los edificios o la ventilación por medios naturales
de la vivienda elimina gran parte las partículas nocivas
en suspensión existentes en el aire exterior. |
El sistema de construcción de bloques de CMC se viene utilizando desde hace años en bioconstrucción
gracias a su beneficioso impacto para la calidad del aire interior.
Hay muchas razones que hacen que la construcción con ClimaBlock
sea saludable: |
Control de hongos y moho: Estudios recientes
ligan alergias, depresión inmunológica y enfermedades
a una amplia variedad de hongos y moho que crecen en el interior
de la vivienda. Para evitar el crecimiento de hongos o virus
en las paredes, se recomienda el uso de revestimientos alcalinos,
siendo esta la razón por la que históricamente
se ha venido utilizado el encalado (material alcalino) como acabado
interior en estancias donde es importante el higiene, (viviendas, hospitales, caballerizas...)
El ph del CMC está entre 11 y
12 tras su reacción con el CO2 de la atmósfera
(considerándose alcalino), siendo su ph mayor tras su
manufacturación y atenuándose hasta dichos niveles
con el tiempo. Este nivel de alcalinidad de la pared hace de barrera para los hongos y virus, evitando su crecimiento. |
 |
Transpiración: Los muros ClimaBlock
permiten la transpiración a través de las paredes
transversales de los bloques, las cuales suponen un 20 % de
la superficie del muro, permitiendo la difusión de vapor
de agua y de otros gases. Este efecto permite una regulación
de la humedad relativa interior y por tanto una mejora de la
calidad del aire. La transpiración es un flujo lento
y controlado de vapor de agua, aunque también se da la
difusión de otros gases a través de la pared (intercambiando
CO2 y O2 por ejemplo). No obstante, el vapor de agua es determinante
en la salubridad del aire, y por tanto es el que más
se tiene en cuenta. Los muros de CMC ante una variación brusca de la humedad interior relativa
del 50 %, evacuan 3 veces más cantidad de humedad a lo
largo de una semana que un muro de ladrillo convencional. |
 |
|
|